(parte I)
(parte II
(fragmento)
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La barra de Dolina

CAPITULO
[El viejo de la Montaña, TV a todo ritmo y Una señorita demasiado exigente]

Alejandro Dolina comienza con una reflexión sobre “El Viejo de la Montaña” y sus víctimas, a las que obligaba a hacer maldades. Luego parodia los programas de premios, su ritmo vertiginoso y su alegría exagerada, con el dúo femenino de cantantes y el coro del Banco Provincia. Para la comedia musical, titulada “Una señorita demasiado exigente”, utiliza el argumento del enamorado que debe cumplir las pruebas de una amada veleidosa. Actúa junto a Ana María Cores, el trío Las Anitas y los Huanca Hua. Hacia el final, el artículo de una revista sobre curiosidades de los animales da pie para los comentarios burlones de Dolina y Guillermo Stronati. Luego de la sección de lectura de revistas, Dolina presenta un momento musical donde Héctor Stamponi, al piano y Fernando Suárez Paz (violinista) interpretan los tangos “La casita de mis viejos” y “El último café”. Después, Stronati y Dolina van a la cancha de fútbol donde se encuentran con Navarro Montoya, Lanzidei, Escudero, Olarán y Miguez, todos jugadores de la primera división del fútbol argentino. Luego de realizar el típico pan y queso, quedan armados los equipos. Juegan hasta que Dolina patea fuera de la cancha, se escucha el sonido de vidrios rotos, la policía invade la cancha y los corre. Para finalizar, el Sordo Gancé (Dolina) interpreta en el teclado canciones que ha pedido el público.