[Eva Perón sobre la promulgación del voto femenino]
Eva Perón se dirige a las mujeres argentinas tras la promulgación de la ley del voto femenino. En un encendido discurso, plantea que dicha conquista representa la victoria de un largo camino de lucha históricamente obstaculizado por los enemigos del pueblo: la oligarquía y un sector de la prensa al servicio de intereses anti-argentinos. Hace alusión, asimismo, "a un minúsculo sector del Parlamento" que intentó postergar la sación de la ley, y destaca la labor del diputado Eduardo Colom para impedir la maniobra. "Hemos toto los viejos prejuicios de la oligarquía en derrota", afirma, y desenmascarado a los "falsos progresistas". Destaca, además, la labor de las mujeres en la guerra europea, que pudo comprobar en su reciente gira por el viejo continente, y llama a imitar su ejemplo. Pide a las mujeres argentinas que se comprometan a que el país no retroceda en sus derechos conquistados, y que los defienda con esta nueva herramienta. Por último, considera que el sufragio conlleva la alta misión de luchar por la paz, "que es también una guerra sin cuartel contra los que avergonzaron nuestra condición nacional". En el cierre, menciona las "tres bases" con las que cuenta el pueblo para conquistar un destino feliz: "Una ilimitada confianza en Dios, una patria incomparable y un líder, el general Perón, para contribuir con la perfeccion de la democracia argentina".