[Cadena nacional: Apertura de Sesiones Ordinarias: Raúl Alfonsín]
En lo que constituye el primer mensaje presidencial ante la Asamblea Legislativa tras la última dictadura militar, Raúl Alfonsín inaugura el 101º período de Sesiones Ordinarias con una advertencia sobre el latente peligro de disgregación nacional que aún sufre el país. Para combatirlo, llama a constituir una unidad nacional que no renuncie a las discrepancias, pero expresadas dentro del marco democrático. Afirma que la unidad debe estar apoyada en una reconciliación basada en la verdad. Hace un llamamiento a que gobierno y oposición entiendan que el mandato del pueblo fue la unidad y la paz. Postula a continuación que se inicia un período transicional cuyo fin debe ser afianzar la democracia. Luego procede a describir el estado crítico en que su gobierno hereda la administración del país, y las medidas ya realizadas o que se buscará impulsar para revertirlo. Los temas abordados son: política exterior, desarticulación del aparato represivo, derechos humanos, política económica y financiera (deuda externa, inflación, salarios, déficit, especulación y desabastecimiento), servicios públicos, ferrocarriles y caminos, sistema educativo en todos sus niveles, y política social, que califica de “ausente” en el régimen autoritario. En la última parte, se refiere a las reformas encaradas en el área militar que buscaron aumentar el poder de la autoridad civil y juzgar a los jefes de la última dictadura cívico militar. En materia de política exterior, define el carácter internacional del país como "no alineado" y explicita sus diferencias con los grandes bloques de Este y Oeste. Asimismo, anuncia que buscará profundizar la integración latinoamericana y la solución pacífica de los conflictos en la región. Por último, agrega que, desde una postura desideologizada, la Argentina aspira defender los derechos humanos en el mundo, y convoca el esfuerzo de todos para reconstruir el país en democracia.