Como la vida misma
CAPITULO
Marche un felicidad completa
Este capítulo narra la historia de José Antonio del Priore (Héctor Alterio), un alegre solterón empedernido que hace 27 años está de novio con Teresita (Betiana Blum), una huérfana que fue adoptada por Doña Elvira (Lidia Lamaison). Teresita cuida de Doña Elvira, quien se encuentra enferma y postrada en la cama. Por su parte, José Antonio, que no quiere trabajar demasiado, se dedica a dar talleres de autoayuda -bajo el título: “Cómo ser feliz con lo que se tiene”- en el bar de una sociedad de fomento que maneja su amigo Rivarola (Carlos Moreno). Ante la insistencia de Teresita por casarse, José Antonio inventa ardides para postergar el compromiso, al mismo tiempo que Doña Elvira desconfía de las intenciones de él. Todo se complica cuando la enfermedad de Doña Elvira se agrava y la pareja debe conseguirle un costoso medicamento; lo que obliga a José Antonio a cobrarle más a sus alumnos y alumnas del taller, y a convertirse en un hombre preocupado por el dinero y angustiado por su realidad. Finalmente, Doña Elvira fallece, pero salen a la luz varias deudas que la anciana tenía, lo que implica más trabajo y angustia para José Antonio y, desde ya, una aguda tristeza para Teresita. Ante esta situación, José Antonio decide proponerle casamiento, pero, esta vez, es Teresita quien se niega; negación que lo empuja a su vez a un pozo depresivo. Al final, gracias a la ayuda de su amigo Rivarola, José Antonio podrá reponerse y, con la presencia de sus alumnos y alumnas como testigos, casarse felizmente con su amada Teresita.