[Eva Perón cierra Congreso de Empleados de Comercio]
Eva Perón hace una férrea defensa de la política social del Gobierno y de la ayuda que brinda su Fundación, a la que llama una célula del bien lejana a extremismos de derecha e izquierda. Carga contra los opositores que antes motejaban a Perón de nazifascista y ahora de comunista, cuando el movimiento que encabeza debería ser espejo para el mundo, según define. Anatemiza a los críticos como una caravana de farsantes y de payasos que se atreven a llamar demagogo a Perón, cuando son ellos los que, cuando gobernaron, prometieron todo y no realizaron nada. Los apostrofa también por su concepción benéfica, que estigmatizaba a los más desfavorecidos con denigrantes uniformes. Cierra con una reivindicación de los derechos cívicos de la mujer, y confía en que sabrá votar porque la mujer en su hogar es la que sufre las injusticias sociales.