[Eva Perón saluda al pueblo santafecino]
Eva Perón se dirige a los santafecinos para decirles que tanto el presidente Juan Domingo Perón como ella trabajan incansablemente para la felicidad del pueblo, y que sabe que las masas de las provincias festejaron "el fin del reinado de la oligarquía opresora de la nacionalidad" en las elecciones del 24 de febrero del año anterior. Les dice asimismo que pueden estar tranquilos porque "en el sillón de Rivadavia está sentado un patriota, un descamisado, un hombre que gobierna para todos los rincones de la patria"; y que, de igual modo, en la Secretaría de Trabajo y Previsión "hay una mujer del pueblo que trabaja a diario para llevar un poco de felicidad a los humildes". Agrega que se ha propuesto visitar todas las provincias para decirle a los 16 millones de argentinos que hay un gobierno que trabaja para ellos; y recuerda el aporte de las masas santafecinas a la movilización del 17 de octubre de 1945. Menciona luego que en su reciente viaje a Europa encontró "odio, hambre y desolación" y que, por ello, la oligarquía argentina debe comprender que "no se puede cerrar los ojos a la realidad", que "no se puede jugar más con los pueblos"; que "no puede haber paz mientras los obreros de todas las latitudes sean carne de cañón en la guerra y brazo de trabajo en la paz". Cierra su discurso con su consigna habitual: "la justicia social de Perón se cumplirá cueste lo que cueste y caiga quien caiga".