[Acto por la nacionalización de los ferrocarriles] (incompleto)
Acto central de celebración por la nacionalización de los ferrocarriles en posesión de capitales británicos y franceses. Un año antes, el presidente Juan Domingo Perón había formalizado el pago de casi 150 millones de libras esterlinas a las concesionarias del servicio, en orden de iniciar el proceso de traspaso. El escenario del acto, presidido por la locomotora La Porteña y emplazado de espaldas a la estación Retiro del Ferrocarril Central Argentino (desde ese momento renombrado como Ferrocarril Nacional General Bartolomé Mitre), se encuentra rodeado por miles de personas (más de un millón según el presentador) que han acudido a la cita. Por su parte, el presidente Perón, aún convaleciente por una operación de urgencia por apendicitis, no se halla presente y sigue desde el sanatorio la transmisión radial de la jornada, acompañado por la primera dama Eva Perón. En el comienzo de la ceremonia, y tras la presentación, hace uso de la palabra José Espejo, secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT), quien, entre la dificultad que ocasionan los gritos y la desaprobación de una parte de la concurrencia, saluda el "regreso" de La porteña y del servicio de ferrocarriles "al hogar patrio", a la senda criolla de los pioneros de 1857, tras de haber sido despojados por la "oligarquía". Luego, como segundo orador, Alberto Sívori, vicepresidente del sindicato de conductores de trenes La Fraternidad, agradece y encomia a Perón y Eva Perón, y subraya que la nacionalización es coherente con la "libertad económica", declarada por el gobierno en la conmemoración del 9 de julio de 1947 como complemento de la "libertad política" establecida el 9 de julio de 1816. A continuación, Juan Rodríguez, vicepresidente primero de la Unión Ferroviaria, pide a los presentes estar alertas al estado de salud del presidente y a escuchar atentamente al próximo orador, el general de Ejército y ministro de Obras Públicas Juan Pistarini, quien hablará en representación de Perón. A su turno, Pistarini, en un clima de tensión, intenta leer el que hubiese sido el discurso del primer mandatario. A poco de comenzar su lectura, el ministro ordena hacer sacar a "esos comunistas" y al "candombe", en referencia a una parcialidad aparentemente no dispuesta a dejar de hacer sonar sus tambores. Seguidamente, el general del Ejército continúa con la lectura, donde se subraya que la incorporación de los ferrocarriles al activo del Estado materializa la misión de hacer "una Argentina socialmente justa, económicamente libre y políticamente soberana", permite un "gran ahorro del dinero de los argentinos", anteriormente absorbido por las empresas foráneas, expresa la conquista de un gobierno de los trabajadores, pone límite a las esperanzas de "los oligarcas" en el fracaso del gobierno, e invita al capital extranjero, necesario para el desarrollo, a arribar al país no para saquear sino para colaborar. Luego, el presentador del acto y el locutor de Radio del Estado anuncian la transmisión desde el sanatorio donde se encuentra internado el presidente Perón. En la conexión, Eva Perón saluda a los "descamisados", se disculpa por no haber podido acudir al acto e introduce las palabras de Perón, quien, a su vez, congratula a los congregados y les pide que festejen la medida llevada a cabo por el gobierno. Por último, se restablece nuevamente la transmisión desde la celebración y se comunica el programa de fuegos artificiales preparado para el evento.