Escenas del cuarto aniversario del Día de la Lealtad, 1949

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17 de Octubre. Día de la lealtad

  El presente registro recoge un cortometraje sobre la celebración del “Día de la lealtad”, a cuatro años de su fecha “original” de 1945. Su contenido exhibe una serie de elementos que muestran la construcción de la simbología peronista, centrada en el liderazgo de Juan Domingo Perón.

  Desde las primeras placas, la presentación del corto conmemorativo muestra un hecho muy significativo: su realización fue llevada a cabo en conjunto por Noticiario Panamericano, Sucesos Argentinos y Emelco. En ese período, estos tres noticieros cinematográficos eran los principales canales de difusión y promoción de las obras del gobierno de Perón. Más allá de que la radio continuaba siendo el medio masivo y popular por excelencia, el cine, a través de sus imágenes, cumplía un papel fundamental para la exaltación emotiva del vínculo entre el líder, la política y las masas trabajadoras. Raúl Apold, nombrado en marzo de 1949 al frente de la subsecretaría de Información, Prensa y Propaganda del Estado (SIPP), sería el encargado de conducir esta estrategia comunicacional.

  Seguidamente, el film recoge algunos momentos de la masiva movilización hacia Plaza de Mayo, protagonizada por las columnas de diferentes sindicatos, identificados con sus pancartas y con retratos de Perón y Evita, mientras la voz en off del locutor las describe bajo el concepto “pueblo”. 

  Luego, la conmemoración del aniversario comienza con las estrofas del Himno Nacional y la entrega de “las medallas al mérito” en el balcón de la Casa Rosada. Una mujer, un estudiante, un hombre -representantes de la “fe peronista”, “el sacrificio”, “la maternidad” y “el deber”- son galardonados y saludados efusivamente por el presidente y la primera dama. Por su parte, Perón hace entrega a Juan Manual Fangio de “la medalla al caballero del deporte”. El automovilista había ganado en Europa, cinco Grandes Premios de los seis en los que estuvo presente.  

  A continuación, Eva Perón, como primera oradora del acto, subraya la condición de trabajadores de los congregados, dirigiéndose a ellos como sus “queridos descamisados”. La primera dama había tenido su primer discurso ante un auditorio multitudinario en 1948, siendo la presente alocución un breve registro sobre sus primeras palabras en un “Día de la Lealtad”. A su turno, Perón agradece a sus “camaradas de trabajo y de lucha”, especialmente a una figura clave en la configuración del primer período del peronismo: el por entonces gobernador de la provincia de Buenos Aires, el coronel Domingo Mercante. Él fue uno de los pocos oficiales del ejército que se mantuvo leal a Perón, luego de su arresto, el 17 de octubre de 1945.

  Ahora bien, lo interesante de este reconocimiento es que justamente Mercante, al igual que Perón, había sido encarcelado en los días previos al 17. La organización de la manifestación, que logró arrancar a Perón de su detención en la Isla Martín García, quedó así en manos de dirigentes sindicales como Cipriano Reyes (Trabajadores de la Carne), los emisarios de la FOTIA, Ángel Borlenghi (Comercio), Libertario Ferrari (Estatales), Lucio Bonilla (Unión Obrera Textil), Alcides Montiel (Cerveceros) y Luis Gay (Empleados Telefónicos), entre otros. 

  Con la noticia del desplazamiento de Perón, quien tras su renuncia a los cargos de vicepresidente, ministro de Guerra y secretario de Trabajo y Previsión había logrado dar un discurso sobre su situación por cadena nacional el 10 de octubre, distintos sindicatos y gremios (de extracción sindicalistas, cegetistas y autónomos) comenzaron a organizar la inquietud generalizada de las bases obreras. Tras el arresto del líder el 13 de octubre, la CGT, luego de arduas deliberaciones, aprobó y declaró la huelga general el 16 de octubre de 1945. Los gremios y los comités de huelga de las barriadas de la ciudad y la periferia, ahora con el apoyo unificado de la central obrera, continuaron con la agitación y coordinación de sus militantes, intensificada el lunes 15 de octubre, y se movilizaron desde las primeras horas de la mañana del 17 hacia la Plaza de Mayo. La radio, que transmitía en directo los acontecimientos, ampliaba aún más la convocatoria. Una masiva movilización de obreros, así como de diversos grupos de trabajadores que ingresaban a la ciudad de Buenos Aires desde los barrios de las afueras, parecían rememorar por momentos, aunque sin conatos de violencia, la toma de parte de la ciudad llevada a cabo durante la huelga de la construcción de 1936. Pero, esta vez, la multitud se dirigía hacia el centro simbólico del Estado: la Plaza de Mayo. Décadas de experiencia de lucha de los trabajadores del interior y la ciudad se sintetizaron así en un punto de inflexión que marcó la historia política argentina.

  Posteriormente, nuevamente en el gobierno, una de las características sobresalientes de la gestión peronista fue la continuidad del uso sistemático de los medios de comunicación como herramienta para la generación de consenso y movilización. Es en este período, durante las primeras celebraciones de los 17 de Octubre, donde aquella multifacética jornada de lucha obrera, que logró sacar a Perón de la cárcel, pasó a representarse en el unívoco “Día de la lealtad”, resignificando su sentido en la centralidad de la figura de Perón, y fecha fundacional del movimiento. 

  El primer 17 de octubre, que se conmemoró en 1946, estuvo marcado por la divergencia con el Laborismo, partido con el que Perón había llegado a la presidencia, el cual organizó un acto paralelo al oficial, encabezado por Cipriano Reyes. Luego, las celebraciones estuvieron centradas en la escenificación de los fundamentos de la legitimidad del peronismo, apuntando a subrayar el liderazgo de Perón y su vínculo sin mediaciones con el “pueblo”. Como vemos en el cortometraje, en estos años comenzaron a participar alumnos de escuelas primarias o secundarias, empleados públicos y deportistas, consolidando la figura central de Perón. Antes de «las medallas al mérito” peronista de 1949, en 1948, el acto oficial había incluido la elección de la “Reina del trabajo”. A su vez, esta conmemoración del 17 de octubre de 1949 incorporó otro elemento simbólico fundamental para la conformación de la liturgia peronista: ese día se daba a conocer públicamente, por primera vez, la marcha “Los muchachos peronista”. 

  De esta manera, el “Día de la Lealtad”, con todas sus menciones y omisiones en su narración sobre los hechos del 17 de octubre, y los elementos simbólicos que se fueron agregando en las distintas conmemoraciones que se sucedieron con el peronismo en el gobierno, exhiben la escenificación de la identidad peronista y su necesaria construcción de hegemonía política en torno a su líder.

 

Damián Esteban Pérez, 2015