La confusa asunción de Guido, 1962

Video

Noticiario Panamericano N° 1195 (incompleto)

Este registro con imágenes del Noticiario Panamericano, conservadas por la Biblioteca Nacional, da cuenta del inicio del mandato de José María Guido, sucesor de Arturo Frondizi, quien había sido depuesto por las Fuerzas Armadas.

Las imágenes sin audio y desordenadas, plantean ante este registro fílmico la necesidad de comprender el orden cronológico de los sucesos para su cabal comprensión. Por lo demás, los hechos históricos que reflejan no carecieron de alternativas confusas, hasta tragicómicas, con anécdotas curiosas reflejadas por los diarios de la época.

La crisis institucional que derivó en el derrocamiento de Frondizi había comenzado 11 días antes, con los comicios del 18 de marzo. El plan político que se atrevió a suspender parcialmente la férrea proscripción del peronismo que regía desde 1955, consistente en la presentación unificada de candidatos de la Unión Cívica Radical (dividida en “intransigentes” y “del pueblo”), había fracasado: los candidatos peronistas triunfaron en 18 de los distritos, incluyendo la victoria de la fórmula Framini-Anglada en la provincia de Buenos Aires. Ante esta situación, las Fuerzas Armadas realizaron un planteo al presidente que lo conminaba a formar un gabinete “de coalición nacional”, o bien a renunciar para activar la Ley de Acefalía, caso contrario se enfrentaría a su destitución. La tensión de los días siguientes hace desaparecer la primera alternativa, y la renuncia de Frondizi comienza a ser reclamada por las tres armas y buena parte del espectro político, incluyendo a los radicales del Pueblo, pero Frondizi se niega a hacerlo.

La idiosincrasia de los militares de entonces los hacía sentirse “custodios” naturales del orden institucional desde que el 1° de mayo de 1958 entregaron el mando del país a las autoridades civiles electas “con un solo objetivo: la plena realización de los ideales de la Revolución Libertadora”, como reza el comunicado castrense que justifica el derrocamiento de Frondizi. Puede imaginarse el efecto que causó en los mandos militares el triunfo del peronismo en las urnas.

Por otra parte, según explica el historiador Alan Rouquié, la nueva coyuntura continental impactada por el triunfo de la Revolución Cubana había llevado al Pentágono a redefinir las “amenazas”, impulsando una coordinación de los ejércitos continentales en la lucha contrarrevolucionaria. “El ejército ‘politizado’ de la Argentina” – dice Rouquié – “adhirió sin reservas a las nuevas hipótesis de guerra que legitimaban profesionalmente sus prácticas francamente extramilitares”. Asumiendo estos postulados, el ex ministro de Economía Álvaro Alsogaray dice a la prensa por esos días que “estamos sufriendo las consecuencias de una maniobra comunista de alto vuelo” que atribuye Rogelio Frigerio, funcionario de Frondizi que fue artífice del acuerdo con Perón que permitió el triunfo del candidato radical en las elecciones de 1958.

En cuanto al archivo fílmico en sí, sus imágenes fragmentadas y sin orden hacen necesaria una descripción con cierto detalle. Tras un par de noticias “sociales” sin identificar, el registro muestra momentos relacionados con el caótico cambio de gobierno. Al comienzo, el general Alejandro Poggi (Ejército) y al almirante Agustín Penas (Marina) firman el acta que consagra presidente a Guido (1:12), seguido por el nuevo presidente que su cargo. Luego es el propio Guido quien firma el acta y, tras él, lo hacen algunos funcionarios de su gabinete. A continuación, puede verse el momento en que el flamante presidente recibe los atributos simbólicos del mando, el bastón y la banda (que opta por no colocarse), con una curiosa particularidad que revela Clarín: “el bastón correspondía a Nicolás Avellaneda y la banda a Victorino de la Plaza, que urgentemente fueron retirados del Museo Nacional”. En medio de versiones contradictorias, Guido había jurado por sorpresa y a espaldas de los mandos militares ante el presidente de la Corte Suprema el día anterior. El anuncio de la ceremonia protocolar en el Salón Blanco para el mediodía del 30 de marzo no dio tiempo como para que se le pudieran confeccionar atributos propios.

Tras algunas tomas de la Plaza de Mayo que pretenden mostrar su movimiento normal, puede verse la conferencia de prensa que concede un tenso José María Guido (1:57). La Nación consigna que dura solo 12 minutos y que en ella Guido niega que el general Poggi haya asumido en ningún momento la presidencia; informa que ha renunciado a su partido, la UCRI, “porque no podía hacer otra cosa”; y que el destituido Frondizi está en la isla Marín García “en calidad de detenido”.

Luego, las imágenes retoman el momento de la firma del acta y puede verse, nuevamente y desde otro ángulo, el momento en que recibe los atributos “prestados”. Después, siguen más imágenes de la conferencia de prensa, interrumpidas por una breve toma del avión DC-3 que acaba de abordar Frondizi en el Aeroparque, que se apresta para despegar rumbo a Martín García (3:00). Lo que sigue son imágenes de la agitación de periodistas y curiosos en la puerta de la Casa de Gobierno la noche del 28, cuando Frondizi ya se había retirado a la residencia de Olivos y el general Poggi impartía órdenes desde el mismo despacho presidencial, alimentando los rumores de que había asumido de facto, y la salida de autoridades militares abordadas por el enjambre periodístico. A continuación (3:55), el último canciller de Frondizi, Roberto Etchepareborda, habla sonriente a la prensa intentando transmitir tranquilidad. Luego, puede verse la distendida salida de diversas autoridades civiles y militares de la Casa de Gobierno, en la madrugada del 31, seguido de ingresos más tensos, sucedidos en las horas previas. De improviso (4:56) irrumpen imágenes de la tumultuosa última salida de Frondizi de la Casa de Gobierno, a las 17:35 del día 28, rumbo a Olivos. Una pequeña multitud lo aclama en las escalinatas que dan a Rivadavia. Los diarios de la época registran sus consignas: “¡Viva Frondizi! ¡Militares al cuartel!” Luego, las imágenes se tornan aún más caóticas: raudas salidas de diversas autoridades en vehículos oficiales en las horas diurnas; ingresos y nuevas salidas a pie de la Casa de Gobierno en la agitada madrugada del 30; llegada de legisladores de la UCRI para expresar su apoyo a Frondizi.

En el minuto 6:54, pueden verse al Regimiento de Infantería III de La Tablada, cuya misión fue patrullar la Capital, haciendo base en el estadio de Huracán. Al minuto, otra vez la puerta de Rivadavia de la Casa Rosada, copada por simpatizantes de la UCRI, la salida trabajosa de vehículos oficiales y la expectativa periodística en el interior del edificio. Luego, un grupo de manifestantes avanza por Diagonal Norte hacia la plaza. Lo que las imágenes no incluyen es la forma en que los reprimieron, así descripta por Clarín: “Efectivos policiales utilizando bombas de gases lograron dispersarlos, apoyando esta acción la autobomba Neptuno, que lanzó agua coloreada, incluso a los curiosos que desde los balcones del primer piso de varios edificios presenciaban los sucesos”. En el minuto final, pueden verse a algunos funcionarios atendiendo brevemente a la prensa antes de ingresar a la residencia de Olivos para ver al aún presidente Frondizi. Luego, los periodistas matan el tiempo encerrados en la sala de prensa de la Casa de Gobierno por orden del general Poggi. Se les permitirá salir sólo tras el arribo de Guido a Balcarce 50 después de jurar ante la Corte. El archivo cierra con una nueva imagen del avión que llevará a Frondizi a Martín García.

En Argentina llovía sobre mojado: un gobierno democrático con legitimidad de origen menguada por el contexto de la proscripción del peronismo, era destituido por la fuerza y reemplazado mediante la Ley de Acefalía, aplicada “con apreciable elasticidad”, según el editorial de La Nación.

 

Felipe Foppiano, 2016