Radiolandia en TV

Programa diario dedicado al mundo del espectáculo emitido por Canal 11 entre 1970 y 1973. Con el permiso obtenido por Héctor Ricardo García, dueño de la señal, el programa toma el nombre de la más popular revista del momento dedicada al espectáculo y a los llamados «temas del corazón». Asimismo, García designa a varios periodistas de espectáculos de su diario (Crónica) por entonces de escasa o nula experiencia televisiva, para llevarlo adelante. El principal de ellos, Luis César «Lucho» Avilés, era el autor de la muy leída columna de chimentos de la contratapa del diario. Lo acompañaron Jorge Jacobson, Leo Vanés y Enrique Monzón. Asimismo, García incorporó a los jóvenes Juan Alberto Mateyko y Susana Fontana.

Al principio,  cada periodista cumplía una función específica: Leo Vanés estaba a cargo de las notas más serias, Jorge Jacobson realizaba comentarios, Juan Alberto Mateyko se ocupaba de lo referido a la música «beat», en tanto que Enrique Monzón era quien realizaba las notas desde exteriores. Por su parte, Susana Fontana encarnaba el estereotipo de la «chusma de barrio».

En 1972, en el marco de la lucha por el rating, Canal 9 le opone su ciclo Sintonía, y le birla algunas de sus figuras, hasta que en 1973 es el propio Lucho Avilés el que emigra a la competencia, lo que genera una pelea entre el conductor y Héctor Ricardo García que perdurará por décadas. Ante la salida de Avilés, Mateyko, Fontana y Pedro Marbán – quien se había incorporado más tarde al elenco de Radiolandia – , García contrata a Sergio Velasco Ferrero, Juan Alberto Badía y Olga O’Farrell. El único que permanece del elenco original es Jorge Jacobson.

Los materiales que pueden verse en Prisma corresponden a notas de exteriores de Radiolandia en TV, filmadas originalmente sobre cintas fílmicas de 16 mm y digitalizadas a partir de transcripciones realizadas en VHS. Los pisos del programa no eran grabados, sino emitidos en vivo, por lo que no queda registro audiovisual de los mismos.

Fuente: Nielsen, J. La magia de la televisión argentina. Tomo 2, pp. 282, 283 y Tomo 3 , pp 73.