(parte I)
(parte II)
(parte III)
(parte IV)
(parte V)
(fragmento I)
(fragmento II)
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Repatriación de los restos del brigadier general don Juan Manuel de Rosas

Símbolo de unidad nacional

Cobertura especial de la repatriación de los restos de Juan Manuel de Rosas, llevada a cabo por el gobierno de Carlos Menem. Julio Lagos y Enrique Alejandro Mancini conducen la transmisión y enuncian el sentido de este acto: un símbolo de unión nacional y reconciliación. Mientras, un móvil en el aeropuerto internacional de Fisherton de la ciudad de Rosario muestra el acarreo del féretro con los restos de Rosas desde el avión procedente de Inglaterra a las cercanías del helicóptero que lo llevará al Monumento a la Bandera, lugar donde se realizará la ceremonia oficial. Con el inicio de la Cadena nacional, el móvil registra la llegada del presidente Menem al aeropuerto. Al mismo tiempo, los locutores leen epístolas y documentos escritos por próceres, personalidades y el propio Rosas, referidos a su rol en la historia nacional. Luego, el féretro con los restos es subido a uno de los helicópteros que integran la comitiva presidencial. Autoridades y funcionarios de Estado aguardan en el palco oficial, ubicado en el Parque Nacional a la Bandera, el arribo de la comitiva y los restos de Rosas. Por su parte, Lagos y Mancini, desde estudios de ATC (Argentina Televisora Color), subrayan permanentemente que la ceremonia se realiza con el ánimo de dejar de lado las polémicas historiográficas, “para que el pasado no sea motivo de disidencia y de enfrentamiento entre los argentinos”. Con el anuncio nuevamente de la Cadena nacional, las cámaras siguen el arribo de la comitiva y al presidente Menem, a bordo de un vehículo militar, en dirección hacia el palco. Tras unos minutos de espera, un jeep del Ejército acerca la cureña con los restos de Rosas, acompañados por siete de sus tataranietos. Los presentes entonan el Himno Nacional, tras lo cual el arzobispo de Rosario Jorge Manuel López inicia la misa. Posteriormente, y tras el saludo de las autoridades religiosas, Carlos Menem descubre una placa recordatoria. Nuevamente en el palco, Carlos Ortiz de Rozas lee su discurso en donde agradece al presidente de la Nación la realización del anhelo póstumo de su antecesor: descansar definitivamente en tierra argentina como justicia por los servicios prestados en la conformación del “ser nacional”. Finalmente, el presidente Menem, también mediante lectura de su discurso, afirma expresar el anhelo del pueblo argentino de superar las luchas fratricidas pretéritas, la intolerancia, las cegueras ideologizadas y la revancha, en pos de perdonar los agravios y sepultar los odios. Asimismo, subraya que, al darle la bienvenida a Rosas, se está despidiendo al país viejo, absurdo, de los mitos y las persecuciones por pensar distinto; y destaca que la historia debe ser “maestra de vida” para inaugurar el tiempo de “la gran síntesis entre todos los argentinos”, “la unidad en la diversidad". Por último, el presidente cita a José Hernández: “a veces saber olvidar también es tener memoria”, y finaliza con los versos del poema Martín Fierro: “los hermanos sean unidos/porque esa es la ley primera”. El acto culmina con el desfile de la cureña con los restos del homenajeado hasta el patrullero ARA Murature, embarcación en la que continuará su periplo a lo largo del río Paraná hasta el puerto de Buenos Aires y, desde allí, al cementerio de la Recoleta.