Valores humanos por Bernardo Kliksberg
CAPITULO
[ Médicos ejemplares ]
Bernardo Kliksberg dedica esta entrega a un grupo de médicos notables, quienes no entendían a la medicina sino en términos sociales, al servicio del otro, sin buscar el lucro. El primero es el Premio Nobel de la paz Albert Schweitzer, filósofo que decidió convertirse en médico y que a los 38 años partió con su esposa al África para combatir las graves enfermedades que azotaban a la población más pobre, entre ellas, la lepra. Los siguientes son los argentinos Salvador Mazza y su lucha contra el mal de Chagas en las provincias del interior del país; Florencio Escardó, quien revolucionó la medicina pediátrica; y René Favaloro, creador del by pass y de una fundación que atendía a todos, sin fines de lucro. Se destaca la desidia de los funcionarios de turno que no ayudaron a la fundación, así como el suicidio de Favaloro “cansado de mendigar en mi propio país”, como dejó dicho en una de sus cartas. Los siguientes, también argentinos, son la doctora Mirta Roses, primera mujer directora de la Organización Panamericana para la Salud, dedicada a la medicina social enfocada particularmente en la epidemiología; y Ginés González García, de quien se destaca su lucha contra los laboratorios por la ley que obliga a los médicos a recetar medicamentos genéricos. Luego, Kliksberg se refiere a Jonas Salk, investigador médico que logró descubrir la vacuna contra la poliomielitis, así como a Albert Sabin, quien perfeccionó el aporte de Salk y convirtió su vacuna inyectable en oral. En el cierre, Kliksberg menciona que muchos de estos médicos eminentes se inspiraron en Maimónides, médico judío que vivió en el año 1000, nacido en Granada, España, y obligado a emigrar por las persecuciones religiosas. Fue el médico oficial de los reyes de Egipto, pero nunca dejó de brindar atención a quien la necesitara. Toda la narración es ilustrada por abundante material de archivo.