[Crudos para El palacio de la risa: la Gorda, presentación de Gasalla y Soledad]
Este registro contiene material sin edición del programa “El Palacio de la risa” de Antonio Gasalla, con los sketches de la Gorda, al principio y al final del registro; la presentación en estudios de la emisión por parte del capocómico y parte del elenco, y un breve fragmento de Soledad. Primero, la Gorda espera y recibe en la puerta del canal a su invitada estelar, la conductora Mirtha Legrand, quien llega en una limusina blanca puesta a disposición por la producción. En estudios, una cámara alta toma parte de la entrevista desde un plano picado y con audio ambiente. Luego, Gasalla presenta en estudios la emisión y los auspiciantes; saluda y agradece al público y la teleaudiencia; presenta a Naboleti; comenta sobre algunos temas de política y farándula; recibe a Roberto Galán (parodiado por Claudio Giúdice), que anuncia y explica su nuevo programa “Yo me quiero divorciar”; y recibe a la Chabona, que muestra una danza de inspiración china que deriva en efusivas muestras de pasión con los camarógrafos y la escenografía. Más tarde, la cinta reproduce nuevamente el inicio del sketch de la Gorda, donde la conductora da la bienvenida a Mirtha en la puerta del canal, para ingresar luego y ser recibidas ambas por el aplauso de los trabajadores y trabajadoras de la emisora. Luego, la Gorda entrevista a Mirtha, que habla sobre su trayectoria, sus sueños y sus ídolos -con detalles y anécdotas sobre su juventud-, sus comienzos como “Miss Carnaval”, su filmografía y sus casi “25 años en los almuerzos” de la televisión. Asimismo, la actriz y conductora agradece a su público al cual, destaca, ha entregado su vida. Durante la entrevista, para hablar de su carrera cinematográfica, Mirtha rememora y describe algunas de sus actuaciones con un croma detrás que comparte fragmentos de los films referidos. Por último, la invitada deja sus manos y una dedicatoria en la clásica carpeta de los famosos. La cinta concluye con una breve escena de Soledad, donde la desdichada solterona es obligada a caminar por un túnel, al parecer un túnel del tiempo.